25 marzo 2014

Arkuek en el Aralar segunda parte

Punto de partida de la excursión: puerta verde metálica a la dch.
Continuamos con la serie dedicada a los Arkuek del Aralar, con una visita guiada a las Arregi etxeak, las casas de piedra que visitó Aranzadi y que dedujo eran capricho de indiano. Aranzadi llamaba a la sierra "el Aralar", y no creo que fuera cuestión de género, Aralar = Aran + Lar, "el valle de los pastos" y en reconocimiento a su labor  se mantendrá el género.

Plano detallado de la excursión
La excursión para localizar los arkuek de Arregi se inicia en los rasos de Albi, a unos 12 km. de Lekunberri en la carretera que termina en el Santuario de San Miguel. Tras pasar el Km. 10 de la carretera, y salir del bosque, estaremos en los rasos de Albi, donde encontraremos un amplio aparcamiento para domingueros, excursionistas, esquiadores, seteros y otra fauna de la sierra. Justo donde termina el inmenso aparcamiento para coches, hay una gran puerta metálica verde, que será el punto de partida de la excursión. Clicka en las fotos si quieres hacerlas más grandes.
Borda Bustintza

Desde la puerta metálica hasta la borda Bustintza hay una hora escasa de camino, que no tiene pérdida, excepto a mitad del recorrido que tomaremos el camino de la izquierda, como se indica en el plano. El camino estará bien marcado, y en los sitios que puedas perderlo, encontrarás claros y recién pintados "dos puntos rojos". Hay un par de cuestas, nada extremadamente duro, y toda la excursión se podrá hacer incluso con niños pequeños, aconsejándose en este caso ir con buen tiempo.
Haya atacada por un rayo

Desde la borda Bustintza a los arkuek estaremos en un minutito, pero ¿Como localizarlos? Fácil. El entorno de Bustintza es ideal para almorzar, la borda es pública y abierta, hay un riachuelo engullido por una dolina y si seguimos la flecha naranja de la foto, llegaríamos a la llanura de Unako putzua, desde donde podríamos hacer el Beloki, Txemiñe, Mendiaundi, Tutturre, etc.
Arregi etxeak
En la foto de la borda Bustintza, la puerta de la borda se sitúa al lado contrario de la dirección de la flecha roja. Si desde ahí mismo miramos en la dirección de esa flecha, veremos a unos cincuenta metros, un pequeño collado en forma de UVE, con un gran haya sin hojas, atacado por un rayo. Si subimos a ese collado que puedes ver en la foto, desde ahí mismo verás abajo las Arregi etxeak.

En general los arkuek siempre están construidos en una dolina o hundimiento, pero nunca en su parte más inferior y las puertas siempre pequeñas y orientadas al este. Si registras la zona se ven además de los arkuek otras construcciones típicas de una majada pastoril. Dos de los arkuek están colapsados, pero hay uno completo. No se aconseja entrar en los arkuek, podrían colapsar.
Arregi etxeak

Estamos ante construcciones en falsa cúpula, pero faltan los elementos de refugio y apoyo que hayan sido destruidos por las inclemencias del tiempo y el paso de los años. Podemos imaginarlos cubiertos de tepe, o tierra con hierba, pieles, apoyos de ramas, de troncos y helechos, etc.

José Miguel Barandiarán visitó estos arkuek a finales de la década de los 70 del siglo pasado (MIllán y Lizarralde 1982) y opinó que debieron ser construidos varios siglos antes de lo que hasta ahora se suponía.

 ¿Para que son esas pequeñas ventanitas que tienen los arkuek? Evidentemente no son para ver el paisaje, tampoco para ventilación, Labeaga Mendiola sugiere en boca de un pastor, que eran utilizadas para la caza al reclamo.

Arregi etxeen gainean
En el blog "Al monte, para qué" su autor el donostiarra Andoni hace el siguiente comentario sobre los arkuek que resulta muy oportuno en este momento:

Los más ancianos comentan que eran "jentilen-etxeak" las casas donde vivían los gentiles. Otros piensan que eran primitivas casas de pastores o que eran donde se recogía las ovejas cuando los lobos abundaban estas altas sierras. Pero lo mejor es que todavía no se ha sabido descifrar el origen y destino de estas construcciones. Y a mi, de verdad, me encantan estas historias, de cosas que, pese a tanto "progreso" todavía están ahí. Cada vez que paso por estos lugares y los veo pienso que ojalá estén en ese lugar siempre, sin saber porqué ni para qué, y que dentro de un montón de años sigan ahí, sin que un "iluminado" piense en tirarlos para hacer no se qué, "progreso" dicen algunos. Siguen estando limpios, no hay basura, ni pintadas de "por aquí paso un ... " o "fulanito quiere a fulanita" y demás chorradas.

Bibliografía en la primera parte. Continuará.......

01 marzo 2014

Los Arkuek de el Aralar, primera parte

Los Arkuek de Aralar son una serie de chabolas cupulares situadas en el entorno de las abundantes majadas pastoriles de la Sierra. Poco, muy poco se ha escrito sobre los Arkuek, y la conclusión a la que se llega a día de hoy, es que se intuye que aún no han sido desvelados todos sus secretos (Ansa, 2010). Sabemos que muchas cosas no sabemos, pero intentemos también descubrir aquello que no sabemos que no sabemos, complicado si, pero empecemos destapando alguno de los errores de lo que hasta ahora creemos que sabemos.

Los Arkuek tienen forma y estructura cupular, pero están construidos con la técnica de falsa bóveda o rebase. Ansa dice que fueron realizados mediante sillares de piedra, siguiendo la técnica utilizada para la construcción de iglús. Esto no es cierto, la construcción de iglús se realiza mediante una técnica de construcción en espiral de bloques casi iguales. Ya Telesforo de Aranzadi en 1915 indica que las piedras de los Arkuek son muy desiguales, sin labrar, sin argamasa, pero con revestimiento de otras más pequeñas en el exterior, es decir no están hechos mediante sillares. En descargo de Ansa hay que reconocer que su libro sobre las Malloak es el mejor que se ha publicado hasta ahora sobre la sierra de Aralar, aunque solo se describa una parte de ella.

Vayamos poco a poco y de lo simple a lo complejo. ¿Porqué son de piedra los Arkuek y no por ejemplo de madera, o mixtos? La respuesta es sencilla, ya que si fueran de madera, los incendios tarde o temprano devorarían las construcciones (Labeaga, 1979). Esto proporciona una pista muy importante, en el interior de los Arkuek, era habitual el fuego, para cocinar, para calefactar, para producir. Los Arkuek parecen decirnos que son algo más que una humilde, primitiva y simple vivienda provisional de pastores.

Refugio el Gamonal en Telde Gran Canaria
Estructuras y construcciones en falsa cúpula son comunes desde el neolítico en muchas culturas, desde los tholos minoicos a la Cultura de Almería, Islas británicas, Sinaí, etc. En la Península Ibérica los nombres que reciben estas construcciones asociadas al mundo pastoril son numerosos, chozos, cucos, bombos, corros, cubillos, brañas, culties, tambores, barracas, cacherulos, tainas, zahurdones, bujios, cucónes, capuchetes, etc, en las Islas Baleares están los talayots y en las Canarias los taros.

Cuando empecé a interesarme por los Arkuek me preguntaba a menudo sorprendido la causa por la que estas construcciones no han suscitado entre etnógrafos, arqueólogos o historiadores prácticamente interés alguno, y la respuesta es bien sencilla.

Taro de Tahiche en Lanzarote
En 1915 Telesforo de Aranzadi en plena excavación arqueológica del dolmen de Albi tuvo noticias de unas estructuras a modo de pirámides. El encuentro de Aranzadi con los arkuek fue curioso y divertido. Los arkuek de Mugardi, junto a la txabola Bustintza llamados Arregi etxeak, que podríamos traducir como “las casas de piedra” fueron las visitadas por Aranzadi. Tras una minuciosa medición de puertas, ventanas, alturas, diámetros, dinteles, piedras de cierre, etc, dieron por terminada la temporada de trabajos.

Aranzadi volvió en 1916 a Arregi etxeak con la intención de excavar en el interior, pero no encontró el más leve rastro de enterramiento ni de objetos prehistóricos. Además al forzar para ello el encachado del piso interior de uno de los Arkuek, observaron desde el exterior pequeñas grietas nuevas en algunas piedras de la bóveda, por lo que se vieron obligados a abandonar el trabajo.
Txabola cupular de Gabirondo en Gaztelu

En esa fecha Saralegi de la casa Juansendoenea de Intza le contó a Aranzadi que fue su abuelo el que hizo construir esos edificios y algunos otros semejantes a mediados del S. XIX para apriscos de ovejas. Aranzadi concluye que los Arkuek, pues son “capricho de indiano” y que por lo tanto no encierran más interés que el puramente anecdótico.

Si son o no exclusivamente "capricho de indiano" lo debatiremos en el siguiente capítulo de esta serie sobre los Arkuek del Aralar, se debatirá además sobre la ocupación permanente o transitoria de estas construcciones.

Fuentes:

Las txabolas cupulares en Euskalerria” Fermin Leizaola, revista Pyrenaica nº 115 1979.

Las Malloas de Aralar, itinerarios, historia y leyendas” Juan Mari Ansa, 2010, editado por Aralarko Adiskideak.

Apriscos recientes a modo de Tholos prehistóricos en el Aralar navarro”. Telesforo de Aranzadi, Revista internacional de estudios vascos, tomo X, pag.72, 1915.

Las chozas de piedra con cúpula en Viana, Navarra” de Juan Cruz Labeaga Mendiola, 1979.

Los Gentiles. El mito de los gigantes en el País Vasco” Anton Erkoreka, artículo de revista Cuadernos de etnología y etnografía de Navarra, nº 23, 1976 pags. 309-366.

Los Gentiles del Aralar” Telesforo de Aranzadi, conferencia Bilbao 1919.

El pastoreo en Euskal Herria y su relación con el bosque” Fermín Leizaola Calvo, Sociedad de Ciencias Aranzadi, Dpto. de Etnografía 1997.

"La Sierra de Aralar" Luis Millán y Arantxa Lizarralde, Euskal Herriko Mendizale Elkartea, 1982.