29 abril 2009

Erreginenea Baserria "La casa de la reina"

Cuando vayas a Gaztelu no dejes de visitar el caserío Erreginenea: "El caserío de la reina". Si quieres saber exactamente su ubicación geográfica y física en el municipio, pincha en el siguiente enlace: Erreginenea (buscador geográfico de la Diputación de Gipuzkoa), de todas formas está a escasos dos minutos de la iglesia, como nº 15 de Gaztelu y cualquiera del pueblo te indicará su situación sin problemas.

No sé exactamente el porqué del nombre, (erregina = reina, -enea = casa de) si es en realidad por una real visita real, o su significado se debe al imaginario popular de los habitantes de Gaztelu.
El origen de este caserío se remonta al siglo XVI, aunque fue totalmente reconstruido a finales del XVIII; podéis encontrar una descripción completa y de carácter técnico arquitectónico en el siguiente enlace: Descripción arquitectónica (Dpto.de cultura del G.V. Conjuntos Monumentales). La Diputación Provincial de Gipuzkoa en su Boletín Oficial nº 137 de martes 19 de julio de 2007 declaró a esta casa como "Bien Cultural, con la categoría de Monumento, en el Inventario General del Patrimonio Cultural Vasco". Es muy curioso el "ojo de buey" recercado en sillería bajo el hastial de la casa.


En el año 2008 sus propietarios iniciaron una rehabilitación integral que está a punto de terminar, pasado, presente y futuro cara a cara, nada es mejor ni peor, sólo diferente.


Erreginenea es el arquetipo de lo que fue no hace mucho tiempo una unidad de explotación agropecuaria que pasa de una actividad autárquica a tener un uso exclusivamente residencial.

27 abril 2009

Ciencias, letras y toponimia del cordal

Los letreros, carteles, anuncios, indicaciones, señales y toponimia que encontramos cuando visitamos un pueblo, nos dan explicaciones y respuestas del carácter de la gente, nos hablan de su historia y costumbres, de sus preocupaciones y sueños, de su pasado, su presente y quizás también de su futuro.
Me voy a atrever a intentar descifrar el significado de los nombres de las cimas del cordal de Erroizpe, de oeste a este. Pido disculpas de antemano por mi atrevimiento, osadía y posibles errores. Se admiten sugerencias. Empezamos por las cumbres gipuzkoanas.

Erroizpe: (804 m.) "erroitz" en euskera quiere decir precipicio, de lo que podríamos deducir, que Erroizpe significa bajo el precipicio; pero la cima de Erroizpe es plana, relativamente llana, sin precipicios evidentes, o sea que algo no cuadra. Un lugareño me contó que el nombre del monte proviene de "Erre haizpe" es decir "La roca bajo el humo o niebla", (erre = humo, niebla) y que hace referencia a un peñasco situado en la ladera norte de Erroizpe que se observa desde Elduain, y que habitualmente está cubierto de niebla.

Larte: (810 m.) en euskera "arte" es el roble pedunculado el "haritza" y "lar" quiere decir "mucho", "en cantidad", por lo que Larte o Laarte como dicen algunos, querría decir lugar en donde hay muchos robles. "La" podría ser simplemente también un protoartículo sin significado propio. Hoy día en la cima de Larte no hay robles. ¿Los habría antes? ¿Porqué no los hay ahora?

Minatxuri: (779 m.) la "mina blanca", roca caliza, roca blanca, podría hacer referencia, a que de estos roquedos se extrajo el mineral o material calizo con el que se construyeron las bordas y majadas de los alrededores. El nombre describe perfectamente este peligroso macrolapiaz. Esta cima también se conoce como "Gazteluhaitz", o piedra del castillo. Quizás de este lugar se extrajo el material para construir el castillo de Gaztelu; ¿donde estarán los restos del castillo?

Arburuko Harkaitza: (789 m.) "Arburu" quiere decir peñasco, acantilado y "Harkaitz" roca grande, peña. Si observamos esta cima desde la ladera norte, desde el lado de Berastegi, queda en evidencia que el nombre es adecuadamente descriptivo.

Muñoaundi: (718 m.) "Muinoa" quiere decir colina, collado, elevación del terreno y "aundi" grande. Estamos en el collado entre las cimas al oeste del cordal y Ulizar la mayor elevación del cordal, y el nombre es descriptivo.

Zolitzarren: (721 m.) "zoli" = fino agudo "-tzar" sufijo aumentativo con caracter despectivo. El humor a veces también se refleja en la toponimia, ya que este monte es todo lo contrario a una afiladísima montaña. La cima está ocupada por un pinar, y en algunas publicaciones la llaman también "Anakar".

Aldamuino: (737 m.) alde + muino, hacia la colina, hacia Muino handi, cerca de Muinoaundi.

Sobelar: (671 m.) "so" mirar, "belar" hierba, observatorio de los pastos de altura.

Ya en Navarra encontramos las siguientes montañas:

Ulizar: (868 m.) la cima más alta del cordal, algunos estudios etimológicos relacionan "uli" con "hiri" = ciudad, arquetipos humanos que se remontan a un dios cananeo-semita. Estaríamos en la "vieja ciudad" y quizás por esto algunos autores sitúan en la zona de Uli el misterioso y desaparecido castillo de Gaztelu.

Musaio: (821 m.) saio = esfuerzo, intento y "mu" en sentido negativo, por lo que podría ser montaña "sin esfuerzo", aludiendo a la nula dificultad para alcanzarla. No creo que haga referencia a las musas o algún tipo de inspiración poética similar. Otro ejemplo de humor toponímico. Esta cumbre sirve de enlace entre el cordal de Erroizpe y el de Urkieta. Cima plana y con palomeras.

Hirumugarrieta: (852 m.) Hiru muga = las tres fronteras o límites, Orexa, Berastegi y Leitza, como si la mesa de los Tres Reyes fuera. También se le suele llamar Ulimendi.

Podeis fácilmente encontrar información y la localización de todos estos montes en la extraordinaria Web de Javier Urrutia, La Biblia de las montañas, merece la pena una visita a esta página.

23 abril 2009

Lizarra - El fresno

El fresno, Fraxinus excelsior es un árbol de la familia de las oleáceas, pariente por lo tanto del olivo, de hoja caduca y que curiosamente son de las últimas hojas que se abren en primavera, y de las primeras que se caen en otoño. ¿Porqué lo hará así? ¿Lo adivinas?

Se dice que los viejos druidas construían sus varitas mágicas con varas de fresno, y que este árbol era capaz de ahuyentar al mismo demonio.

En Gaztelumendi lo vamos a encontrar en dos entornos diferentes, sugerentes e imprescindibles. Por un lado lo veremos en bosques mixtos caducifolios, pero además siempre estará presente en el entorno de las bordas en altura, en los alrededores de Pagamutegi, Bordaxar, Xantioneako borda, Gazteluko ataka, Uzurburuko borda, Aragorreko borda, etc. ¿Porqué?

A este tipo de preguntas siempre nos gusta encontrarle algún tipo de respuesta que nos evoque la magia y el misterio de tiempos pasados, que nos haga olvidar la dura y cruda realidad cotidiana, que nos ofrezca una alternativa sencilla y práctica a problemas antiguos sin solución aparente.

Y , ésto tiene respuesta, y además doble respuesta, la mágica y la práctica.
Empecemos por la magia. Sobre el fresno hay muchas creencias, referencias, historias, pociones y remedios en uno u otro sentido, que incluso nos retrotraen hasta Plinio el Viejo que afirmaba "increiblemente" que había visto cómo una culebra prefería caer al fuego antes que a un círculo hecho con hojas de fresno. Los tolosarras colocamos la mañana de San Juan, en el solsticio de verano, ramas frescas de fresno en los portales de nuestras casas, y en el ámbito rural hacen una cruz con ramas de fresno y de espino blanco.
Muchas de estas "supersticiones" tienen una finalidad de tipo curativo, pero sin duda y además está bien documentado, el fresno se plantaba alrededor de las bordas, de las habitaciones de montaña, porque se creía fielmente que ahuyentaba el temible rayo.

La respuesta práctica: las hojas de fresno son exquisitas para el ganado, y en los años secos y de excasez de pasto, proporcionaban un extra imprescindible para el ramoneo.
El fresno soporta podas extremas, tras las que demuestra gran capacidad de regeneración. El tipo de poda que a día de hoy se sigue realizando en los fresnos en Gaztelumendi es muy especial y caracterísca, de modo que el árbol va creando formas y estructuras curiosísimas que nos recuerdan al rayo que pretenden exorcizar, pero el motivo de este tipo de poda, es conseguir el material adecuado para construir las "atakak" puertas o cercos de madera, para manejar la ganadería de montaña.

21 abril 2009

El Karst

A las formas y relieves más significativos que encontramos en el cordal de Erroizpe los geólogos le han puesto el nombre de "Karst". Esta palabreja tan rara que no tiene nada que ver con coches a ras de suelo, proviene de una zona de Eslovenia llamada así, y designa aquellos terrenos en los que se han desarrollado un conjunto de procesos resultantes de la disolución de rocas calizas y salinas.

El origen del paisaje de Gaztelumendi tuvo lugar en el período Cretácico inferior, tercer período de la era mesozoica, y que abarca desde 99 hasta hace 146 millones de años. En esta época proliferaron varios tipos de dinosaurios, otros se extinguieron, aparecieron las aves y las primeras plantas con flores.

En esta época las rocas que ahora observamos en cresterías y afloramientos en el mismo Gaztelu, se formaron sobre fondos marinos de poca profundidad. Estamos hablando de arrecifes de coral, playas paradisíacas, conchas, animales marinos y agua salada, es decir de nuevo calizas y salinas. Los sedimentos de miles de años sobre estos fondos marinos de poca profundidad, son el origen de las rocas que hoy vemos. El macizo de Ernio y la sierra de Aralar que se observan perfectamente en orientación noroeste y suroeste desde las cimas de Erroizpe y Larte son también de origen cárstico, como los Picos de Europa.

Pero vamos a ver, si las rocas del cordal que hoy están a 700 u 800 metros de altura sobre el nivel del mar, eran en el cretácico fondos marinos, ¿Cómo es posible que el nivel del mar haya descendido tanto? ¿Dónde está el agua que falta?

Y la respuesta nos la da nuestro viejo amigo Alfredo Wegener, y sus telúricas teorías: no es que el nivel del mar haya descendido, sino que lo que sucedió fue todo lo contrario: es la propia montaña la que ascendió en altura; y todo ello por medio de un proceso que describe una ciencia llamada orogénesis, y que explica cómo la fuerza que ejercen entre sí las diferentes placas terrestres y marinas, son capaces de crear cadenas montañosas, como el Himalaya, los Pirineos o el macizo de Gaztelumendi. Estamos en Erroizpe, y al norte vemos el sinclinal de Uzturre, paradigmática formación geológica y postal de Tolosa, que no es más que la parte cóncava de un pliegue de la corteza terrestre, y que se origina por las fuerzas de compresión de un movimiento orogénico.

Una característica poco conocida de las rocas calizas como las que encontramos en Gaztelu y alrededores es su comportamiento físico ante el fuego.

Antes de seguir, te ruego encarecidamente que no enciendas fuego en esta zona. Nunca lo hagas, sobre todo si hay viento sur. Está totalmente prohibido.

Suele ser habitual que montañeros, cazadores o jóvenes excursionistas cuando encienden fuego el hogar donde queman ramas y troncos, lo rodean con piedras para evitar con buena intención que el fuego se extienda o propague por los alrededores. Estas rocas cuando llevan ya cierto tiempo en contacto con el fuego, también "arden" y se queman, hasta convertirse en cal y cenizas. Su origen biológico queda en evidencia en estas ocasiones. Si la hoguera se enciende por la noche, se observa perfectamente cómo la roca se pone al rojo vivo y "arde".

Esta característica convierte a la roca en muy peligrosa, ya que puede suceder que se dé a una fogata por apagada, pero la apariencia de la roca con la luz del día pueda ser engañosa, y todavía estar ardiendo, y no ser ésto detectado. Es por ello que a veces, estas protecciones pueden ser más peligrosas, que los fuegos sin ellas. Estas rocas deben ser siempre tratadas con agua después de un fuego.

De todo esto sabían mucho hace algún tiempo por estos lugares, cuando casi cada caserío tenía su propia calera para producción de cal.

Una visita cercana y muy didáctica, adecuada tanto para niños como adultos, para comprender en profundidad la estructura de los sitemas cársticos es la Cueva de Mendukilu, en el municipio de Astiz, muy cerca de Lekunberri. Supercoqueta y muy recomendable.

18 abril 2009

Las amantes del agua

La red hídrica del entorno de Gaztelumendi es extensa y compleja; todo el agua que acumula el inmenso acuífero de Gaztelumendi acaba en el río Araxes o en el Zelai, en lo que respecta a la zona occidental del macizo, y en la zona oriental, hacia Navarra, las aguas pueden ir también al río Leizaran. En otras entradas analizaremos este tema con más detalle.

Una zona interesante para aproximarnos a las plantas que crecen en un entorno de humedad es en la zona de Malerreka, el arroyo que pasa junto al caserío Mahala. Veamos cuatro de ellas, que podemos fácilmente encontrar en esta época del año.

Alliaria petiolata (1) es una planta de la familia de las Brasicaceas o crucíferas, se le llama también hierba del ajo o baratxuri belar, porque al frotar las hojas, desprende aroma a ajo. Crece en barrancos, lugares sombríos y húmedos. Se le atribuyen propiedades estimulantes, diuréticas y antiescorbúticas, en la planta fresca. Inconfundibles sus anchas y dentadas hojas.

Glechoma hederacea (2) llamada la "hiedra terrestre", en euskera "amuntz", huntza es la hiedra, es una planta de la familia de las labiadas que se cría en bosques de frondosas, y que crece tendida por el suelo en tallos rastreros que arraigan de nuevo en tierra. Se le atribuyen propiedades diuréticas y anticatarrales. Tiene un sabor amargo y despide un aroma especial.

Anemone hepatica (3) es una planta perenne de la familia de las ranunculáceas. Crece más que en sitios húmedos, en lugares sombríos, pero también cerca de arroyos y fuentes. En euskera se le llama "gibel belarra" ya que la planta bien seca ha sido tradicionalmente usada para combatir las enfermedades del hígado. Son muy características sus hojas trilobadas, de forma parecida al trébol, y además tienen máculas o manchas negras en el haz. Florece a partir de enero y durante toda la primavera.


Chrysosplenium oppositifolium (4) es una planta de la familia de las saxifragáceas, llamada vulgarmente "hepatica dorada", en referencia a la planta anterior. Las flores son muy pequeñas, de color verde y carecen de corola. Forma comunidades cespitosas, y abunda en taludes, cerca de fuentes, arroyos y en general en zonas de agua corriente. No se le conocen propiedades medicinales.

17 abril 2009

Ardi Latxak - La oveja latxa

La oveja latxa es un animal pequeño que produce escasamente unos 100 litros de leche de alta calidad por temporada, de febrero a junio. Tradicionalmente el pastoreo ha utilizado las majadas en altura de Gaztelumendi de primavera a otoño, y los pastos cercanos al pueblo durante el invierno.

Este tipo de pastoreo intensivo ha cambiado estos últimos años por un pastoreo de calidad; las majadas han sido abandonadas, pero la oveja latxa autóctona no ha sido sustituida por otras razas de mayor producción lechera, o con sistemas de pastoreo más intensivo como por ejemplo la raza assaf israelí. La raza autóctona soporta bien el clima exterior, la assaf necesita en cambio rediles cerrados y acondicionados.

Un buen ejemplo de estas prácticas se pueden observar en el precioso y bien cuidado caserío Uzurburu, situado prácticamente en el centro de Gaztelu. Frente al caserío, se ve el rebaño, los corderos, las ovejas lecheras, los carneros, todo un espectáculo de colores, olores y ruidos naturales, que nos sugiere un delicado aroma a cuajada y queso de Idiazabal.

Siglos dedicados al pastoreo, sabiduría popular de la que debieran tomar buena nota los propietarios forestales, desorientados en laberinto vasco de la política y los dineros, olvidando sus orígenes y el "producto", principio fundamental de cualquier tipo de actividad empresarial.

16 abril 2009

Haritza, el árbol de Gernika

El roble vasco, el árbol de Gernika, la especie Quercus robur, también llamado "carballo" o roble pedunculado es un árbol majestuoso, con un porte esbelto que puede llegar a los 40 m.


Se le dice pedunculado, porque en esta especie las solitarias bellotas cuelgan de un pedunculo o rabillo bien alargado. Se ve perfectamente que estos robles han sido trasmochados.

Las hojas son ovobadas, con un peciolo muy corto, con un color verde intenso por el haz y más pálido por el envés.Este árbol mágico por excelencia para los vascos, prácticamente ha desaparecido como formador de bosques. Se encuentran sólo, ejemplares solitarios. Primero la construcción de barcos en el XVII, las ferrerías y necesidad de madera para sus hornos en el XIX, la necesidad de especies con turno de tala más corta que el roble, ha arrinconado al árbol de Gernika.

En palabras de Ignacio Abella, en referencia al roble pedunculado: "En poco tiempo cambia el paisaje, la estructura vital de un valle, la estructura mental de sus moradores... El empobrecimiento espiritual del hombre camina parejo al de la naturaleza. Quizá la insatisfacción sea el mejor medio para hacernos conscientes de la urgente necesidad de reencontrar viejos aliados"

Los ejemplares centenarios de las fotografías están situados en la ladera sur de Minatxuri.

10 abril 2009

NekazalTurismoa - Turismo rural

Jueves santo de 2009, la gran escapada nacional, viento sur y tiempo muy agradable, casi emocionado por la novedad paseo por primera vez con Jon mi hijo de siete años por Gaztelumendi, Erroizpe, Larte, etc. Le llevo a mis lugares favoritos, vemos dolinas y alzamientos del terreno, entramos en la abandonada mina de yeso, la costa vasca a una veintena de kilómetros, casi olemos la mar que tanto disfrutamos en verano, le hago un bastón de monte a medida con una recta, dura y flexible rama de avellano, observamos decenas de águilas y aguiluchos, vuelos en espiral de una colonia de buitres, carboneros, córvidos, "Zozoa beleari, Ipurbeltz", txantxangorriak, una recua de caballos se interpone en nuestro camino y la movemos con golpes en las rocas de nuestros especiales bastones de monte y lanzándoles palos, libramos unas diez distintas atakas o puertas para cercar el ganado de montaña, un escarabajo con toda su prole a la espalda, bordas, flores, y rozamos también alguna que otra zarza, saludamos a unos pocos mendizaleak, cinco o seis, no más, almorzamos tranquilos, bebemos agua y hablamos de la vida, del monte y de nuestras cosas, y nos prometemos una siguiente excursión al imponente y cercano Txindoki, que no se hará esperar.

Casi llegando a mediodía de vuelta a Gaztelu, nos topamos con tres despistadas excursionistas de ciudad, tres chicas de unos 35 años que fotocopia en mano de un plano de la zona nos preguntan por el camino a Erroizpe. Nosotros bajamos por un camino alternativo directamente desde Minatxuri, y el de Erroizpe se ve claramente a unos cien metros, pero las jóvenes tienen que rehacer el camino. Les explicamos sus posibilidades y nos despedimos amigablemente.

Llegamos a Gaztelu, nos cambiamos de calzado, nos hidratamos, saludamos a tres niños con un adulto que van ya a casa a comer. Dos jóvenes patinan en el frontón. Una pareja de jubilados que se nota no son del pueblo disfrutan de la hora, del entorno, sin prisa que les reclame, sin nada que les agobie, sin preocupaciones por comer o dormir, felices. Nadie más.

La venta cerrada, la iglesia cerrada, las dos sociedades sin comidas, los agroturismos cerrados, la pradera tras el frontón con porterías de fútbol vallada. Cogemos el coche y dejamos atrás imponentes casas con videoportero automático, una con un aereogenerador situado en la zona con menos viento del pueblo, caseríos con puertas nuevas recién colocadas, Erreginenea aún sin terminar la rehabilitación.

Hoy es fiesta, nadie trabaja, las labores de la huerta han sido mañaneras. Las majadas abandonadas, el ganado un lujo, vemos cinco o seis burros en un cercado a la salida del pueblo, limpios, relucientes y orgullosos. En los pueblos pequeños, la forma de vivir, de hacer fiesta, de trabajar también ha cambiado, mucho además. No estoy seguro de que hayan acertado.

09 abril 2009

Juegos de estrategia: grande y pequeño

Estas dos plantas son de morfología prácticamente similar. Las fotos primera y cuarta son Scilla verna y la segunda y tercera de Scilla lilio-hyacinthus. Este género Scilla es pariente de los jacintos, de la familia de las hiacintáceas, y los botánicos no se ponen de acuerdo al identificar las especies.

Son plantas bulbosas, que crecen a partir de un bulbo o patata, que permanece enterrado todo el año. Las dos especies son ligeramente cespitosas, es decir crecen en grupo formando "cesped". Un claro ejemplo de plantas cespitosas son las gramíneas, como por ejemplo el trigo, cebada, etc.

La Scilla lilio-hyacinthus crece en la orla de los hayedos, o en hayedos jóvenes que dejan todavía pasar los rayos solares.

La Scilla verna crece en cambio en praderas o pastos de altura. Esta última es ostensiblemente menor en tamaño que su prima la lilio-hyacinthus.

La planta grande crece a la sombra de las hayas, y necesita ese tamaño para medrar. La planta pequeña tiene espacio, sol e insectos de sobra para salvaguardar su reproducción, fin último de todo ser vivo.

Estamos ante una misma morfología, pero con estrategias diferentes.

Si en el caso de las plantaciones de pinos aplicáramos el ingenio que despliegan estas plantas, desaparecerían muchos de los enfrentamientos actuales entre forestales y ecologistas. ¿Dónde están los ingenieros forestales? Ya lo veremos.

¿Porqué aplicar la misma estrategia de plantación de pinares en terrenos donde la concentración parcelaria es grande, que en aquellas propiedades pequeñas, donde el resultado de la cosecha de madera provoca un impacto enorme en el medio?

Esta pequeña planta nos da la respuesta: la estrategia debe ser diferente. No estoy en contra de que se planten pinos, trigo, cebada, o maiz, pero ¿Porqué el Gobierno de Navarra subvenciona a aquellos propietarios forestales que cambian el pino americano por especies autóctonas? ¿Es rentable plantar pinos, es posible competir con las cercanas plantaciones de las Landas francesas, territorio, inmenso, llano, con tradición selvícola, especies de pino autóctonas, etc,?
Estas dos especies son fácilmente localizables en esta época del año.

06 abril 2009

Mi familia y..... otros animales

Los árboles, arbustos y flores, no tienen pies, no pueden correr, no se pueden escapar, cuando alguien se acerca a arrancarlos o a fotografiarlos. Los animales en cambio somos algo más escurridizos y difíciles, somos más bichos, más perversos.


No, no tengo ningún pariente que se llame Gerardo y que viva en Corfú, pero sí tuve un tío que se llamaba Leonardo y que era de Belauntza, natural del extremo más occidental del macizo de Gaztelumendi.

Leonardo sabía sí, sabía de casi todo. Era un experto pescador de río, buen deportista, profesional electrónico, excursionista habitual que anotaba las incidencias de todas sus travesías, conocía los nombres científicos de todos los hongos y setas del país, distinguía entre pottokas o potros asturcones, sabía hacer juegos de manos, contar historias del frente de Zaragoza o disertar sobre las plagas de langosta africana ante la aparición inesperada de un ortóptero, o también aleccionarnos sobre el comportamiento que deberíamos tener ante la amenaza de un ofidio venenoso.

En la última visita que hice a Erroizpe subía agobiado por un catarro mal curado, y me acordé de cómo el tío Leonardo en una reunión familiar, nos explicaba con estentórea mímica la forma adecuada de acompasar un andar ágil, con una correcta inspiración y expiración pulmonar.

Pero Leonardo tenía un defecto, él y sólo él sabía descifrar adecuadamente los mensajes del entorno, sólo él entendía el porqué más profundo de las cosas, y no era cuestión de haber estudiado más o menos, sino de que los demás no teníamos ese don innato de entender el mundo que proporciona la mezcla equilibrada de experiencia y formación intelectual de la que presumía. Nunca me escapé del tío Leonardo, sobre todo cuando llegaban los postres que cocinaba Charito su mujer, dulces, caseros y deliciosos.

02 abril 2009

Minatxuri, la mina de yeso

A medida que pasa el tiempo, las actividades que los hombres realizamos, nuestras prioridades, realidades, objetivos, trabajos, inquietudes y sueños van cambiando y modificándose. Gaztelu llegó a tener no hace mucho tiempo tres casas de turismo rural, un ostatu y un albergue orientado a colonias escolares, pero en abril de 2009 la expectativa de un turismo de calidad, la esperanza de un futuro laboral en el pueblo, la promesa de visitantes que nunca llegaron, se la ha llevado el viento de la crisis del dinero.

En Gaztelu existe una mina abandonada de yeso. La minería es un trabajo duro y técnicamente complejo; Gaztelu en el pasado intentó prosperar inventándose una vez más a sí mismo, buscando iniciativas económicas que superaran el duro trabajo autárquico del caserío, el pastoreo y el bosque, esta vez con la minería.


Minatxuri, la "mina blanca", es una cima del cordal de Erroizpe, situada entre Larte y Arburuko harkaitza, rodeada de un joven hayedo. En la ladera sur de Minatxuri, practicamente detrás de la cima y en el límite del hayedo con la pradera de pasto, se encuentra la entrada a esta mina ya abandonada.

La localización concreta de la mina se explica detalladamente en la propuesta de recorrido circular que encontrareis en la página principal del blog. El acceso a la entrada de la mina es sencillo, fácil y sin complicaciones, aunque no hay ningún camino evidente o señalizado.

Frente a la entrada de la mina hay un montículo de tierra y piedras consecuencia de la apertura y extracción de mineral, que se hace evidente al acercarse a la zona y facilita la localización de la entrada.


Desconozco cuando se abrió esta mina, si fue en el siglo XVIII o en el XIX, antes o después, pero lo averiguaré. Desconozco también quién o quienes tuvieron la iniciativa de embarcarse en la aventura del yeso, pero me informaré.


La mina es pequeña, no es peligroso su acceso y se puede sin problemas visitar con una linterna corriente. Nada más entrar hay una pequeña pendiente de 3 ó 4 metros, que puede estar resbaladiza si es que ha llovido hace poco. Es la única precaución que hay que tener, no caerse en la entrada.

Tras descender esa pequeña cuesta, estamos ya en la habitación de la mina, espacio reducido y abovedado. En las paredes, techo y suelo podemos observar claramente vetas de mineral de yeso.


En el suelo podemos encontrar trozos casi rectángulares de yeso cristalizado que podemos recoger como recuerdo de la visita. También encontraremos huellas de algún animal que ha buscado refugio o escondite.

A pesar de que en ocasiones podemos encontrarnos con algún resto de tipo orgánico, en general la mina está bastante limpia y bien cuidada en este aspecto.

El caserío Aritzala hoy rehabilitado data de 1.850, y en su misma puerta de entrada podemos ver una inmensa roca blanca, que sospecho fue extraida de Minatxuri y llevada hasta ahí.

En euskera yeso se dice igeltsu, y al albañil se le llama yesero, igeltsero.

Si tienes alguna noticia o información sobre esta mina, te agradecería me la hicieras llegar. Quién no conoce bien su historia, mal puede planificar su futuro.

01 abril 2009

Agur Bordaxar agur.....

Bordaxar, la vieja borda, situada en la ladera sur del cordal de Erroizpe entre Larte y Minatxuri, está perfectamente protegida de los vientos norteños; la borda es un edificio modesto, de una sola planta, pequeño, bien conservado y centro neurálgico de lo que un día, no hace mucho tiempo, fue una extraordinaria y productiva majada.


La borda está prácticamente rodeada por muretes construidos en piedra caliza y en un estado de conservación excelente que se utilizaban para cercar el ganado; muchos tramos a día de hoy presentan su estructura original, con alturas superiores a 1,60 m.

El acceso a la borda está convenientemente cerrado con vallado de alambre de espino para facilitar las labores de pastoreo. Este "largo" y angosto acceso comunica al norte directamente con la borda y el cerco de piedra caliza y al sur con los pastos de Minatxuri.

Bordaxar está a 749 m. de altura en orientación sur, cerca del hayedo de Minatxuri, que ejerce de imán a la niebla. Muchos días al año está cubierto de nubes o niebla, lo que ha dificultado la ocupación permanente de la borda, aunque el acceso al pueblo de Gaztelu es cómodo y rápido.


En 2006 el entorno de Bordaxar fue plantado con pino americano, Pinus insignis, otro pasto más abandonado y perdido. Si bien la plantación de pino sigue las directrices de los órganos forestalistas oficiales y privados, el modelo de plantación no respeta ciertos parametros que deberían ser consensuados aunque obligatorios. Apuntamos dos de ellos:

  1. Se debe respetar cierta distancia entre un plantón de pino y los muretes de piedra, al objeto de conservar estas impresionantes e históricas estructuras. Propongo una distancia de al menos metro y medio, que no limitaría la producción y preservaría las construcciones.

  2. Siempre que se haga una nueva plantación de pinos en este tipo de entornos, se debe estudiar la plantación y formación de setos que protejan los inicios de la plantación y el medio natural. Estos setos no son muy costosos y deben estructurarse con árboles o arbustos autóctonos.

Cuando se plantean estos temas a los forestalistas, somos acusados de una rara enfermedad llamada "pinofobia". Este asunto evidentemente es muy delicado ya que se trata de inversiones privadas, de dineros, del bolsillo de mucha gente.

Los forestales muchas veces son en cambio contagiados por la "ecologitis" enfermedad que interesadamente manipula la realidad ambiental. Nos iría a todos mucho mejor si en este tipo de actividades aplicáramos siempre el principio de la precaución, sobre todo cuando se planta el pino americano a más de 600 m. de altitud sobre el nivel del mar, ya que esta especie no soporta bien el frío.