13 septiembre 2011

De montículos, karst & satorrak

Larte, montículos cubiertos de nieve
Continuamos nuestro divertido, interminable e intensivo cursillo acelerado de "aprendiz de naturalista", estudiando en esta ocasión un fenómeno común en nuestros montes, tan común que habitualmente suele pasar desapercibido y obviarse su origen, formación y evolución. Me refiero a los montículos de tierra ocupados por gramíneas y otras plantas, que sobresalen en las praderas en altura de muchas montañas de Euskalerria.

Montículos en Larte
Hay dos tipos de montículos y su origen está asociado a dos fenómenos de origen natural, el primero al karst, y el segundo a los topillos de monte.

El karts es un tipo de formación geológica en el que la roca caliza, compuesta por minerales solubles en agua y de origen orgánico, se va deshaciendo, meteorizando, creando diversas estructuras, como cuevas, dolinas, gargantas, simas, lapiaces, etc. Gaztelumendi es puro karst, una especie de esponja natural, llena de huecos, un inmenso y extraordinario acuífero natural.

Montículo en Larte, con gramíneas y brezo nuevo
Bajo algunos de los montículos de tierra hace tiempo habría una roca algo más pronunciada y que sobresalía del suelo. La erosión, la lluvia, los líquenes de roca, la formación de huecos en la roca, su ocupación por musgos y materia orgánica en descomposición, hasta la germinación en esos huecos de gramíneas, brezo y otras plantas, nos lleva hasta la actual estructura de muchos de esos montículos.

La segunda causa de formación de montículos es la actividad del topillo común, Talpa europaea, satorra en euskera.

Pese a la abundancia de montículos de tierra removida por topillos que se observan en nuestros montes, el topillo es un animal prácticamente desconocido, ya que su actividad es exclusivamente nocturna. He preguntado a muchos montañeros por el topillo, y NADIE lo ha visto.

Montículo muy evolucionado, ocupado por brezo y un espino blanco
Es un animal solitario y extremadamente territorial. Excava túneles y galerías en suelos profundos y blandos, aunque lo suficientemente duros como para mantener firmes galerías de incluso cientos de metros.

El topillo es un animal con fama de ser dañino, de destrozar huertas, desnivelar praderas, cortar raíces de plantas, de ser una especie de "plaga" maligna. En 2007 en Castilla y León, una "plaga" de topillos, fue noticia de telediarios y causa de enfrentamientos entre ecologistas, agricultores y administración.

La biología y comportamiento del topillo ha sido escasamente estudiada. Sin apenas enemigos naturales excepto las rapaces nocturnas, podría ser una "especie clave" de nuestro entorno, de tal forma que su desaparición podría tener consecuencias imprevisibles e irremediables. Actúa como un "arado natural" de nuestros montes, y los montículos de tierra sellados, conforman un perfecto semillero de plantas naturales, que "evolucionan" de simple tierra removida, las toperas, a convertirse en esos montículos, en esas estructuras permanentes de nuestro paisaje kárstico. La intensidad del pastoreo es clave en la formación de montículos permanentes.
Toperas en Larte

No hay censos de topillos, no sabemos su área de distribución, desconocemos muchos de sus comportamientos, no sabemos su posición real en la cadena trófica, desconocemos el porcentaje de montículos asociados al karst o a los topillos, no sabemos........ demasiadas cosas, aunque pese a la proliferación en nuestra sociedad de una insana superficialidad, está claro que el futuro es el conocimiento.

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