28 septiembre 2014

Estreno de otoño

Garoa moztu berrie, helecho recién cortado
Es pertinente aclarar que todas las fotos de este post están sacadas en Larte, en Gaztelumendi, en los montes de Gaztelu, el día 24 de septiembre de 2014.

Ahuntza, cabra
En esta época del año, en el equinoccio de otoño, ahora cuando las luces y las sombras coinciden en el tiempo y el día y la noche duran aproximadamente lo mismo, en Donostia, la ilustradísima capital de las Gipuzkoas, se celebra el Zinemaldia, el Festi de cine de Sanse, evento cultural de trascendencia que los gazteluarrak aman y respetan.

Ahora, en esta época del año, los de la Casa de Aragor de Gaztelu suben a Larte a cortar el helecho, “garoa”… “Ura zan gizona, ura!” empieza la novela de Txomin Agirre “Garoa”, ¡Ese sí que era un hombre....!

Liztorra malba batean
¡Como cambian las cosas con el tiempo!, hasta hace poco tiempo, pero que muy poco, muy poco tiempo, no se podía empezar a cortar el helecho de los prados hasta el 29 de septiembre día de San Miguel, bajo pena de importantes multas y castigos, lo cual nos da fe de la importancia que tenía en la paupérrima economía rural el corte del helecho.

Escarabajo en Scleroderma
Antes se cortaba el helecho para cama de ganado, se utilizaba para hacer "simaurra" abono de campos y huertas, y los brotes tiernos también se les daba al ganado. Este helecho en muchos lugares del mundo es una plaga, no saben que hacer con él, es prácticamente imposible erradicarlo, porque comparten raíces, rizomas y estructuras enterradas, que dificultan mucho la retirada total de la planta.

Los de la casa Aragor me comentan que ya no utilizan el helecho, pero que lo siguen cortando de forma que el terreno pueda utilizarse como pasto de otoño, invierno y primavera.

Yesca peluda del fresno, Inonotus hispidus en fresno
En cualquier esquina del cordal podemos encontrarnos con alguna cabra, siempre bien atada, ya que estos animales desbrozan bien el terreno, comen de todo, pero si se dejan libres harán más daño que bien.

En los alrededores de la borda de Aragor, Goiko Borda, los fresnos atacados hace ya unos años por la Armilaria, poco a poco van cayendo uno a uno, año tras año, mientras la orgullosa yesca peluda del fresno medra y llora sus últimas gotas de sudor antes de la esporada final.

Ezkurra
Un pequeño paseo vespertino antes del cambio de hora permite entretenerse con esas pequeñas sorpresas que nos depara el bosque; hasta que punto hemos llegado a desconectar de la naturaleza que una simple bellota, un vulgar fruto de un corriente roble autóctono llama la atención por su simplicidad y belleza.

Boletus erythropus
Se adivina y se siente ya la cercana temporada de otoño de setas, el bosque huele ya a hongos, setas y boletus, los escarabajos se alimentan y sienten que termina su ciclo estival, las avispas se retiran a pasar sus últimas horas en bellos habitáculos de malva, y la cigarra ya ha dejado de cantar aterrada por lo que viene mientras la hormiga repasa el último rincón de su laberíntica morada.

El trabajo es el trabajo y la metódica arqueología de campo prefiere el buen tiempo, antes que el viento que trae el cercano cantábrico, nos informe si este próximo invierno habrá sirimiri o quizás sea cierto lo que dicen aquellos que predican su inminente extinción.

Excavación arqueológica en Larte
En Larte hace más de 2.500 años había una "ciudad" en la montaña, muros defensivos, casas y apriscos para el ganado, tumbas, dólmenes, seles, cuevas o túmulos funerarios nos hacen soñar con el pasado, para conocer el presente y poder manejar el futuro con saber y conocimiento.

La ciencia por desgracia en estos albores del siglo XXI es lineal y encorsetada, está el espacio y el tiempo, pero esto es muy antiguo, y aún no hemos aprendido a interpretar la realidad del espaciotiempo, a digerir las enseñanzas de la física cuántica, saltar sin paracaídas a un espaciotiempo sin barreras, a una película de final abierto como esta de principios de otoño en Gaztelumendi. Pasea, que esto no ha hecho más que empezar.

25 septiembre 2014