11 julio 2009

El día de - San Juan - Eguna

Tradición proviene del latín "traditio", que a su vez proviene de "tradere", entregar, ofrecer, dar. Es tradición todo aquello que una generación hereda de las anteriores y, por estimarlo muy valioso lo lega a las siguientes.

Vivimos tiempos en los que hemos convertido en tradición, cenar los jueves en "la sociedad", veranear una semana al año en Salou, la semana blanca de invierno, la piscina de verano, sembrar de enanitos el adosado, vestir de domingo los lunes, y los domingos de sport, exigir la herencia antes de merecerla, ir al fútbol, a la pelota o al remo buscando la esencia del esfuerzo, barbacoa en casa del cuñado, y etc, etc y etc.

24 de junio de 2009, días antes ya había previsto subir en esa fecha concreta a Gaztelu. Día de San Juan Bautista inicio del solsticio de verano, una fecha clave y mágica en cualquier comunidad, en cualquier pueblo, en cualquier persona educada en esta vieja, desacreditada y corrompida Europa de los dineros y el poder.

Me corroia literalmente la curiosidad. Está documentado que en ese día las puertas de los caseríos de Gaztelu y cumpliendo una tradición inmemorial que se adentra en la noche de los tiempos, las puertas son decoradas con cruces construidas con ramas de espino blanco, con ramas de "Elorri". Así mismo en la entrada de las puertas se hacía una especie de arco con ramas de fresno (lizarra) para ahuyentar al temido rayo.

Antes de llegar al pueblo y como siempre Miguel Garro estaba en su sitio, en su recta. Paré y le conté mis intenciones. Me miró con asombro, como si yo fuera un turista recién llegado de Salou. Hizo un gesto pesimista y negativo, y me dijo que ya nadie conserva esas viejas costumbres, ni él mismo, y que hasta la propia iglesia había perdido la fe.

Sin perder la esperanza, me despedí de Miguel y comence con verguenza, resignación y tristeza a visitar las puertas de los caseríos. Nada, no había nada, ni cruces, ni fresnos; ninguna señal de que ese día comenzaba el verano.

En la puerta de Goienetxea me encontré con Juan Aranzabe que afilaba expertamente su guadaña, para limpiar los bordes de los caminos. Juan fue alcalde de Gaztelu en una de las épocas más duras y difíciles del pueblo, en los años noventa, historias éstas delicadas y complicadas que intentaré en otra ocasión abordar con calma y objetividad.

Le conté a Juan mis intenciones y me confirmó lo que me había adelantado Miguel; ya nadie conserva las viejas tradiciones. Le pedí un ¿porqué? y me contestó que hubo una época en que los jóvenes comenzaron a salir del pueblo a estudiar y trabajar, y que cuando volvían se reían de las viejas costumbres que se mantenían en el pueblo, y que la gente mayor por verguenza fue asumiendo los nuevos y peculiares hábitos traídos de la ciudad.

El completo informe socioeconómico realizado por la empresa Siadeco sobre Gaztelu en el año 1993 coincidiendo con la desanexión de Leaburu-Txarama apunta hacia la problemática de la que Juan me informa.

Lo siento en el alma, pero alguien debería asumir responsabilidades, aunque fueran ajenas, e intentar al menos recuperar el tiempo perdido. El ayuntamiento y la iglesia tienen la palabra. Si los responsables municipales se posaran sobre la iglesia como una delicada mariposa en una flor y dialogaran, quizás hubiera resultados, quizás el día de San Juan de 2010 podremos ver en la puerta de algún caserío, una cruz de elorri. A mí la única palabra que me queda después de esta historia es "mecaguen ...."

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