23 abril 2009

Lizarra - El fresno

El fresno, Fraxinus excelsior es un árbol de la familia de las oleáceas, pariente por lo tanto del olivo, de hoja caduca y que curiosamente son de las últimas hojas que se abren en primavera, y de las primeras que se caen en otoño. ¿Porqué lo hará así? ¿Lo adivinas?

Se dice que los viejos druidas construían sus varitas mágicas con varas de fresno, y que este árbol era capaz de ahuyentar al mismo demonio.

En Gaztelumendi lo vamos a encontrar en dos entornos diferentes, sugerentes e imprescindibles. Por un lado lo veremos en bosques mixtos caducifolios, pero además siempre estará presente en el entorno de las bordas en altura, en los alrededores de Pagamutegi, Bordaxar, Xantioneako borda, Gazteluko ataka, Uzurburuko borda, Aragorreko borda, etc. ¿Porqué?

A este tipo de preguntas siempre nos gusta encontrarle algún tipo de respuesta que nos evoque la magia y el misterio de tiempos pasados, que nos haga olvidar la dura y cruda realidad cotidiana, que nos ofrezca una alternativa sencilla y práctica a problemas antiguos sin solución aparente.

Y , ésto tiene respuesta, y además doble respuesta, la mágica y la práctica.
Empecemos por la magia. Sobre el fresno hay muchas creencias, referencias, historias, pociones y remedios en uno u otro sentido, que incluso nos retrotraen hasta Plinio el Viejo que afirmaba "increiblemente" que había visto cómo una culebra prefería caer al fuego antes que a un círculo hecho con hojas de fresno. Los tolosarras colocamos la mañana de San Juan, en el solsticio de verano, ramas frescas de fresno en los portales de nuestras casas, y en el ámbito rural hacen una cruz con ramas de fresno y de espino blanco.
Muchas de estas "supersticiones" tienen una finalidad de tipo curativo, pero sin duda y además está bien documentado, el fresno se plantaba alrededor de las bordas, de las habitaciones de montaña, porque se creía fielmente que ahuyentaba el temible rayo.

La respuesta práctica: las hojas de fresno son exquisitas para el ganado, y en los años secos y de excasez de pasto, proporcionaban un extra imprescindible para el ramoneo.
El fresno soporta podas extremas, tras las que demuestra gran capacidad de regeneración. El tipo de poda que a día de hoy se sigue realizando en los fresnos en Gaztelumendi es muy especial y caracterísca, de modo que el árbol va creando formas y estructuras curiosísimas que nos recuerdan al rayo que pretenden exorcizar, pero el motivo de este tipo de poda, es conseguir el material adecuado para construir las "atakak" puertas o cercos de madera, para manejar la ganadería de montaña.

No hay comentarios: